Nuevamente se encontraba corriendo por las vías del tren a gran velocidad. Necesitaba regresar a la ciudad rápido para así buscar al erizo gris.
– Hace como dos horas me topé con él, solo espero que siga en la ciudad – Susurró para sí.
Llegó a la estación de trenes, saltó fuera de las vías y bajó las escaleras aun a gran velocidad, provocando así una fuerte ventisca para los que pasaban cerca de él. Derrapó y se detuvo justo antes de llegar a la entrada del lugar, se dio media vuelta y observó la estación.
– Al menos no hay hojas volando esta vez – Rió levemente tras notar que no había causado daño alguno, lo menos que quería ahora era andar recuperando los papeles de alguien.
Dirigió su mirada hacia la entrada. Salió del lugar y contempló la ciudad…
Rayos… iba a ser muy difícil encontrar al erizo en tan gran ciudad.
– Bien… él es un policía, así que quizás haya pasado por la estación de policías primero.
Corrió a gran velocidad hacia el lugar antedicho, esquivando peatones y carros a su paso con gran agilidad. Derrapó al ver la estación, deteniéndose justamente en la entrada. Entró sin titubear y caminó hacia el primer policía que vio, el cual se encontraba sentado leyendo el periódico mientras tomaba un vaso de café.
– Disculpe… – Dijo para llamar la atención.
– Si, ¿Qué se le…? – Bajó el periódico para atender al recién llegado, pero quedo anonadado al ver de quien se trataba – ¡Sonic The Hedgehog! ¡Un gran honor conocerlo en persona! – Dijo levantándose rápidamente de su asiento, dejando el gran papel sobre su asiento para asi después alzarle la mano.
Sonic rió un poco y tomó la mano, dando un corto apretón de manos.
– ¿Qué lo trae por aquí? – Preguntó volviendo a tomar su periódico y asiento.
– Vera señor, busco a alguien que…
– ¿Un desaparecido? – Lo interrumpió – Podemos ayudarle, solo es necesario que pase con nuestro…
– O no, no es nada de eso – Dijo interrumpiéndolo ahora el erizo – Solo busco a alguien quien quizás paso por aquí, un erizo gris.
El uniformado colocó su mano en su barbilla, indicando que estaba pensando.
– No, lo lamento. No ha pasado por aquí ningún erizo de color gris.
Suspiró pesadamente. Esperaba una respuesta diferente.
– Está bien. Muchas gracias por su tiempo – Y tras decir esto salió corriendo del lugar.
Una vez más se encontraba corriendo por las calles de Station Square. Miraba hacia todos lados esperando verlo en algún momento, pero la suerte no estaba de su lado. Bajo la mirada por unos momentos y suspiró pesadamente.
No tenía otra opción… solo le quedaba hacerlo del modo antiguo.
Detuvo su carrera y se acercó a una persona al azar.
– Disculpe, ¿ha visto un erizo gris?
– ¿Erizo gris? No, lo siento.
– Gracias – Se acerca a otra persona – Perdone, ¿ha visto a un erizo gris?
Y así comenzó la encuesta a cientos de personas.
Llevaba quince minutos preguntando lo mismo, lamentablemente ninguno a los que le preguntaba lo había visto.
Estaba a punto de tirar la toalla al ver que todo lo que hacía era en vano, pero algo le llamó la atención.
– ¡Por todos los cielos! ¡Es Sonic The Hedgehog! – Exclamó un chico.
El erizo azulado dirigió su mirada hacia el admirador. Parpadeó tres veces y se talló los ojos. Miró nuevamente al joven asombrado. Si, su vista estaba bien y no, no estaba loco, lo que tenía enfrente eran a gemelos idénticos.
– Hola – Saludó a los dos jóvenes, los cuales parecían ser de unos once o doce años.
– ¡Sonic me ha saludado!
– ¡Mis amigos no me creerán cuando les diga!
Rió un poco. Se acercó a ambos y decidió preguntar.
– ¿De casualidad no han visto a un erizo gris? Es un poco más alto que yo y lleva una chaqueta negra.
Ambos niños se quedaron pensando.
– ¡Ah! ¡Ya lo recuerdo!
– ¡Sí! ¡Vimos a un erizo así pasando por aquí hace rato!
– ¿Es enserio? ¿Serian tan amables de decirme por donde se fue?
Los gemelos, sonriendo, intercambian miradas cómplices.
– No – Dijeron ambos al unisonó.
Esa respuesta no la esperaba.
– ¿Pero por qué no?
– Te diremos lo que sabemos…
–… pero con una condición – Completó el otro niño.
El erizo solo se mantiene callado, esperando a que hablaran.
– ¡Que te tomes una foto con nosotros! – Exclamaron ambos mientras uno de ellos sacaba una cámara.
– Ehm… de acuerdo… pero que sea rápido – Dijo el erizo.
– No te preocupes, solo tomara unos minutos. Toma hermano – Le entrega la cámara que llevaba colgando de su cuello - ¡Tómame una foto con Sonic!
– ¡Hey! ¿Por qué tu primero? – Le da bruscamente la cámara - ¡Tu tómame una foto con él!
– ¡No! – Le regresa la cámara – ¡Tu tómala!
– ¡Yo soy más fan de él que tú! – Se la da.
– ¡Mentiroso! ¡Yo soy más fan! – Repite el movimiento.
– ¡Yo tengo sus figuras de acción y posters!
– ¡Pero yo tengo cada uno de sus comics y todos sus cromos!
El erizo azulado, quien se encontraba de brazos cruzados, solo veía como ambos se peleaban. Una gotita de sudor comenzó a bajar por su sien al ver como la discusión de los gemelos empezaba a atraer la atención de las personas a su alrededor. Era hora de ponerle alto…
– ¡Deténganse! – Gritó mientras se colocaba en medio de ambos niños, separando a ambos a una distancia considerada – Tráeme acá esa cámara – Dijo mientras le arrebataba el objeto.
Caminó hacia la persona más cercana a ellos, el cual resulto ser un joven que aparentaba tener como unos veinte años.
– ¿Podría hacernos el favor de tomarnos una foto? – Preguntó cortésmente mientras extendía su mano con la cámara hacia él.
– Seguro – Dijo el joven mientras agarraba la cámara.
Sonic regresó con ambos niños, colocándose en medio de ellos y luego los tres posaron para la cámara. Poco rato después el chico había tomado un par de fotografías y regresó la cámara a uno de sus dueños.
– ¡Wow! ¡Se ve genial! – Le dijo un niño a su hermano mientras visualizaba la imagen en el aparato.
– Ahora, ¿podrían decirme por donde fue que vieron al erizo?
– ¡Claro! – Dijeron al unisonó – ¡Se fue por allá!
Y ambos, con su dedo índice, apuntan a una dirección diferente…
– Ah… ¡por allá! – Y el dúo cambia de dirección, aun sin coincidir…
El erizo no pudo evitar golpearse la cara con la palma de su mano.
– Hehe… ¿saben qué? Lo buscare por mí mismo, gracias de todos modos – Dijo antes de alejarse de ellos, pero poco después es detenido por otra persona.
– Ehm… disculpe Sonic… – Habló con algo de pena.
– ¿Qué se te ofrece?
– Alguien me ha pedido que le dijera que de favor fuera al callejón que esta a lado de la tienda de mascotas – Dijo el chico, apuntando hacia el lugar antes mencionado.
Y el erizo, no muy convencido, se dirigió hacia el lugar indicado. En el callejón estaba algo oscuro, aun a pesar de que todavía era de día. Se adentró un poco más, esperando ver a quien quiera que fuese el que le haya llamado.
– ¿Así que buscas a un erizo gris, huh? – Habló alguien tras su espalda.
Se dio media vuelta para ver al dueño de aquella voz, sorprendiéndose al ver de quien se trataba.
– ¿Podrías decirme para que me buscas? – Preguntó nuevamente.
En efecto, se trataba del erizo grisáceo.
– ¿Cómo es que sabes que te estaba buscando?
– Todo este rato te he estado siguiendo – Respondió mientras se cruzaba de brazos.
– ¡¿Qué? Si sabias que te estaba buscando, ¿por qué no te acercaste conmigo?
– Como ya he dicho hace unas horas, no te conozco niño, por lo que no se si eres de fiar, pero, el cómo te trato ese oficial y esos niños, supongo que eres una especie de ídolo para la gente.
Rió un poco.
– ¡Pues claro! ¡Soy el héroe de esta ciudad! O mejor dicho, ¡de este mundo!
– ¿Héroe? ¿Tú? ¡No me hagas reír!
El erizo azulado borró su sonrisa y lo vio con mala gana.
– Si eres un héroe, ¿por qué nunca he escuchado sobre ti?
– Te soy sincero, no lo sé – Respondió tras dar un suspiro – Pero lo que digo es verdad, he salvado muchas veces a todas estas personas. Me preocupa la seguridad de todos ellos, por eso quiero ayudarte en sea lo que sea por lo que hayas venido aquí Somber.
– ¿Q-quien te ha dicho mi nombre? – Preguntó el erizo sorprendido.
– Tengo mis contactos. Pero ese no es el punto, dime, ¿has venido aquí por algo que sea de importancia?
El erizo gris se mantiene callado, viendo detenidamente al erizo, como si lo estuviera examinando.
– ¿Tiene algo que ver la chica de la foto? – Preguntó nuevamente al no escuchar respuesta.
Seguía en silencio, pero al final decidió hablar, tal vez algo de ayuda no le vendría nada mal, después de todo, él dice ser el "héroe" de la ciudad, ¿no?
– Veras – Saca la fotografía anteriormente mencionada y se la muestra al erizo azul – se me ha encomendado la captura de esta chica. Según mis fuentes, puede parecer alguien quien no haría daño alguno, aparenta ser inocente, pero en realidad es un peligro, mas por los poderes que posee.
– ¿Qué clase de poderes tiene? – Cuestionó con curiosidad.
– Poderes de oscuridad.
Oscuridad… eso suena muy mal…
– Se me ha dicho que se le ha visto por estos lugares, por eso estoy aquí. La llevaré a una prisión especial donde sea incapaz de escapar con el uso dichos poderes.
– Bien, en ese caso, déjame ayudarte.
El erizo lo medita un poco y después asiente levemente.
– Y dime… ¿cómo se llama la chica?
El erizo deja de mostrarle la fotografía al ojiverde y ahora él es el que la mira. Frunce levemente el ceño y guarda la imagen de nuevo en su chaqueta. Levanta la mirada hacia el erizo azul y responde…
– Kuroi The Hedgehog.